¿Quién no se siente alguna vez con las emociones del revés?

¿Has ido al cine estos días?, ¿conoces la película de Walt Disney “Del revés”?. Lo cierto es que yo acabo de ir a verla y me ha dado mucho que pensar…

En esta película tu centro de operaciones que se encuentra en tu mente, está dirigido por 5 emociones: miedo, ira, asco, alegría y tristeza. Cada una tiene su misión y todas son importantes, pero dependiendo de cuáles sean las que gobiernan durante más tiempo tu mando de control, harán que en tu vida haya más peso de unas emociones u otras.

emociones-somatic experiencing

¿Quién gobierna tu mando de control?, ¿la alegría quizá?, ¿o tal vez el miedo?

El miedo, solemos considerarlo una de las emociones no deseables, cuando cierto es que si no fuera por ella, estaríamos expuestos a multitud de riesgos que cuestionarían nuestra supervivencia, siendo unos “kamikaze”. Sin embargo, como todo en la vida, en su justa medida, ya que si el miedo toma el control, llega incluso a bloquearte y no permitirte o cuestionarte todo aquello que haces, sintiendo que la vida es una continua amenaza.

En muchos casos esta amenaza se vuelve constante por el resto de tu vida. Te invade el miedo continuo de manera inconsciente y sientes que algo va a volver a pasarte, generando inmovilidad, dolor continuo, rigidez, colapso, ansiedad…

Otra opción posible sería que gobernaran emociones de ira, aquí no habría esa sensación de inmovilidad tan clara, pero sí explosiones de rabia, tensión en la mandíbula, músculos agarrotados…

¿Cómo puede ocurrir esto en tu vida?, ¿qué hace que el miedo, la ira, u otras emociones sean principales en tu centro de operaciones? Pues desgraciadamente, es más fácil de lo que pensamos y también más frecuente de lo que creemos. Emociones que te “desbordan”, que son demasiado, como la muerte de alguien cercano, la ruptura de pareja, abandono, despido, mudanza… ya sea por cantidad, rapidez o inesperado, te hacen sobrepasar los límites fisiológicos, donde te manejas a diario sin problema, y que tu sistema nervioso se hiperactive manteniéndote alerta.

También existe la opción de si subes demasiado rápido, tu sistema para no “fundirse”, te hace bajar demasiado, muy rápido y te deja ahí de manera constante. Esta situación favorece estados de depresión, fatiga crónica, falta de energía, abatimiento…

Más que lo que te pasa en la vida, es cómo estás cuando te pasa, qué emociones priman en tu vida, o qué tipo de recursos y experiencias pasadas tienes. Por eso, el mismo evento traumático no nos afecta a todos igual y algo que aparentemente es insignificativo para una persona, a otra le puede “desbordar”. Y de ahí vendría el motivo por el cuál, una vez que estás hiperactivado y no consigues bajar, todo lo que te pasa se puede “hacer un mundo”.

Seguramente, tú o alguien cercano a ti, está en esta situación, y te estarás preguntando: ¿y ahora qué?, ¿qué puedo hacer?. Pues bien, lo primero sería intentar que no sigas hiperactivándote más y más, dedicándole más tiempo a emociones y sensaciones agradables y tranquilas que bajen tu estado. Después, acompañado por un profesional de Somatic Experiencing, habría que ver entre otras cosas, qué eventos o situaciones te han hecho llegar tan arriba manteniéndote ahí, y poco a poco ir descargando toda esa energía de supervivencia que te hiperactivó en su momento y que no tuvo la oportunidad de descargarse porque te viste “desbordado” y sin opciones.

 Tranquilo, igual que subiste puedes bajar, y mejor aún puedes lograr subir y bajar de manera fluida durante todo el día dentro de unos límites fisiológicos y saludables, que aumentarán tu capacidad de adaptación ante nuevos eventos y emociones.

Laura Gómez Guío

Terapeuta de Somatic Experiencing en Madrid

 

Solicita información sobre nuestros charlas y talleres.