La realidad es que depende de cada persona y sus características en todos los ámbitos de su vida. No olvidemos que la osteopatía también es PREVENTIVA y por esa razón y teniendo en cuenta nuestra vida diaria con sus más o menos tensiones, malas posturas, deficiente alimentación, poco ejercicios, estrés… y a veces situaciones de la vida extraordinarias como mudanzas, separaciones, cambios de trabajo, maternidad, jubilación… Todo ello son demandas para el cuerpo a las que tiene que adaptarse y dependiendo de tu estado de salud previo, lo hará con mayor facilidad o manifestando síntomas.
Lo ideal al principio donde hay más adaptaciones en el organismo, es hacer al menos 3 sesiones en el plazo de 1 mes y medio o 2 meses. Después de esto el mantenimiento, pieza fundamental en el trabajo va a depender según sea el caso.
Si acudes al menos 1 sesión cada 3 meses, ayudarás a tu sistema a mantenerse en buen estado para afrontar el día a día.
Si acudes 1 sesión al mes, seguramente irán desapareciendo tus molestias y no padecerás de síntomas ni dolores, ya que estarás ayudando periódicamente al cuerpo haya donde necesite.
Si tienes una patología importante o una situación extraordinaria en tu vida, requerirás acudir con mayor frecuencia y valorar junto con el osteópata cómo afrontar el tratamiento.
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