«La movilidad es clave para entender la patología»- J.P. Barral
La Manipulación Visceral es la encargada de normalizar la función de órganos y estructuras relacionadas. Por eso donde el cuerpo pierde su capacidad de movimiento, sea visible o no, predispone a alteraciones orgánicas. Finalmente estas se reflejarán en síntomas diversos o patologías, que trataremos en consulta.
“El propósito de la Manipulación Visceral es recrear, armonizar e incrementar la comunicación propioceptiva en el cuerpo mejorando sus mecanismos internos para una mejor salud”. JP Barral
Las alteraciones viscerales se pueden manifestar de muy diversas formas, y a veces son responsables de dolores inconstantes, que no guardan patrón fijo o están más presentes durante la noche.
La manipulación visceral es una importante herramienta terapéutica. Además es fundamental no solo como tratamiento, sino también como diagnóstico. Mediante la sensibilidad de las manos del experto en manipulación visceral, encontramos zonas con movimiento restringido y/o mayor tensión. Por eso liberando estas zonas con presiones y manipulaciones precisas e indoloras sobre todo a nivel visceral, ayudamos a restaurar el equilibrio y el movimiento.
Jean Pierre Barral, creador y desarrollador de la Manipulación Visceral
Jean-Pierre Barral es uno de los más importantes osteópatas de la Historia de la Osteopatía. Se graduó como osteópata en Maidstone (Inglaterra) y en la Facultad de Medicina de Paris-Nord (Departamento de Medicina Manual y Osteopatía).
Jean Pierre Barral es uno de los grandes promotores de la Manipulación Visceral, pionero además en su desarrollo y evolución hasta el día de hoy.
Siempre ha tratado de objetivar lo que siente con la mano. Decir que podía movilizar un riñón lo hizo ser cuestionado, hasta que gracias al avance de la ecografía por un lado y junto al doctor Cohen, radiólogo, por otro lado, pudo demostrar que los órganos abdominopélvicos están en movimiento perpetuo a lo largo de ejes muy precisos.
También en la década de 1970, Jean-Pierre Barral desarrolló un mapeo de proyecciones térmicas del cuerpo, al que llamó «Diagnóstico Térmico Manual». El Diagnóstico Térmico Manual es muy preciso, es un diagnóstico de localización basado en las variaciones en el flujo de calor que una mano entrenada puede sentir y en las variaciones de los campos electromagnéticos que existen en una disfunción o patología.
También realizó numerosas disecciones y en ellas se dio cuenta de que un hueso (vértebra) podía deformarse por las tensiones generadas por cicatrices de un órgano (pleuropulmonares).
Es gracias a la gran experiencia de muchos años, que ha mejorado, refinado y creado nuevas técnicas sin descanso.