POR FIN LLEGÓ…ENHORABUENA MAMÁ!
¿Y ahora qué? ¿qué lugar ocupo? ¿qué pasó con tantas pruebas?, ¿ya no tengo que hacerme ninguna revisión más de mi estado de salud general?
Es cierto lo importantes que son los chequeos, ejercicios, recomendaciones, tratamientos durante el embarazo, pero una vez has dado a luz y tu médico te ha dado de alta, ¿ya no importa todo eso? ¿No deberías recuperarte del proceso más transformador que una persona puede experimentar a lo largo de la vida? ¿Quedará luego todo bien? ¿Seré la misma de antes? ¿Es solo cuestión de tiempo o debería hacer algo?
Estas y muchas más son las preguntas que todas nos hacemos y que desgraciadamente pocas veces obtenemos una respuesta fiable. Para tu médico, salvo raras excepciones, no hace falta que hagas nada, puedes incorporarte a tu vida y empezar a hacer ejercicio sin ni siquiera una revisión completa. En algunos casos ni tan solo una analítica, ni mirar el estado de tus abdominales pasados un par de meses. Confías en lo que te dicen y ¿cuál es el resultado?
A veces la madre naturaleza es generosa y con el paso del tiempo va colocando todo en su lugar…pero muchas muchas veces no ocurre así y es cuando vemos que el tiempo va pasando y que no volvemos a ser las mismas de antes.
Otras veces resulta que tengo una diástasis abdominal que no sé ni lo que es, pero que noto que mi abdomen queda como hacia fuera y que hay algo raro o una molestia incluso en la línea vertical donde se unen mis abdominales. Empiezo a hacer deporte como me han indicado para intentar solucionarlo y el resultado es que cada vez incluso va a peor… (como es de esperar)
La incontinencia urinaria ya sea de esfuerzo o no, es también muy habitual sobre todo en partos instrumentados e incluso llegan a decir que es normal después del parto. Falso, que sea habitual es una cosa, pero que sea normal, es otra.
¿Qué decir del estado anímico, del cansancio excesivo o la apatía que en algunos casos ocurre? Has pasado por un parto que físicamente en cualquier caso, es agotador, mi cuerpo necesita tiempo para recuperarse y mis hormonas tienen que volver a alcanzar un equilibrio. Necesitaría unas vacaciones realmente para recuperarme de tantos cambios en tan poco tiempo y sin embargo en lugar de eso, ¿qué tengo? En el mejor de los casos, no dispongo de prácticamente nada de tiempo para mí, duermo poco y/o mal, no reconozco mi cuerpo como antes… y todo eso solo ayuda a que mi recuperación sea aún más lenta o dificultosa.

Recuperación postparto.
¿QUÉ PUEDO HACER PARA FACILITAR MI RECUPERACIÓN POSTPARTO?
Lo primero si no hay una lesión o dolor importante que necesite ser visto antes, sería permitirnos a nosotras mismas y al cuerpo un tiempo mínimo para ver como respondemos y nos adaptamos a la nueva situación. Este tiempo vendría más o menos marcado por lo que dura la cuarentena. Durante este periodo, en el que no debemos hacer ejercicio, ni coger grandes pesos por el bien de nuestro suelo pélvico y de su recuperación, simplemente estaría bien sentir que nos apetece o nos pide el cuerpo y dárselo en la medida que nos sea posible.
Pasado este tiempo llegó el momento de pasar a la acción y lo primero sería una buena sesión de valoración y tratamiento con manipulación visceral y terapia craneosacral que nos ayude a volver a colocarnos internamente y a soltar tensiones acumuladas durante estos meses. De esta forma será más fácil para la madre naturaleza devolvernos a nuestro estado previo sin tanto esfuerzo.
¿Sabías que la energía vital de una persona sobre todo se acumula a nivel de los riñones, y que la mamá en el momento del parto le entrega instintivamente esta energía al bebé para facilitar su comienzo en la vida? Es una de las razones por las que es siempre necesaria hacer esta sesión de manipulación visceral y favorecer la recuperación de esta energía básica. También si has tenido puntos, ya sea de episotomía o cesárea, son cicatrices que son importantes valorarlas y tratarlas para evitar tiranteces, molestias o dolores posteriores.
Cómo en momentos importantes de nuestra vida como el parto es uno de ellos, nuestro sistema nervioso está alerta para reaccionar ante cualquier amenaza que pueda surgir. Si ha habido muchos acontecimientos durante el proceso del parto, nuestro sistema nervioso quedará saturado y desbordado, produciendo después un cansancio excesivo, una tensión interna mantenida o una hipersensibilidad ante cualquier estimulo, ya sea física o emocional. Mediante la terapia cráneo sacral podemos ayudar al sistema nervioso a recuperar su equilibrio y poder gestionar y liberar las tensiones vividas que fueron demasiado en un momento dado.
Después de esta sesión/es que pueden oscilar entre 1-3 o 5 sesiones dependiendo de cada caso. Ya estamos en disposición de dar un paso más en buenas condiciones y abordar más directamente el plano físico que nos ayude a volver a ser nosotras mismas.
La gimnasia abdominal hipopresiva sería el primer ejercicio físico de recuperación postparto que deberíamos practicar fuera de las actividades de la vida diaria. El suelo pélvico ha vivido muchos cambios de tensiones y necesita que le dediquemos un poco de atención, y más aún si tenemos pensado otro embarazo. Incontinencia, diástasis abdominal, debilidad del suelo pélvico o de los abdominales, cesáreas…en cualquiera de estos casos o en ausencia de ellos, los hipopresivos nos van a ayudar a mejorar nuestro estado de salud y a reducir la cintura que nunca viene mal.
Una vez alcancemos un estado óptimo de suelo pélvico y abdominales, podemos iniciarnos en otras actividades como el Método Romana’s Pilates que nos ayudará a fortalecer y recolocar las caderas en su estado previo y el resto del cuerpo que se han debilitado estos meses.
Laura Gómez Guío
Fisioterapeuta y osteópata.
nº colegiado: 4377
Deja tu comentario