¿Cómo es una clase de Pilates estando embarazada?
Ya sabemos que el método pilates impartido por un buen profesional es bueno durante el embarazo, pero, ¿cómo es una clase de pilates si estoy embarazada?, ¿me cansaré?, ¿podré hacerlo?…
Cuando una mujer embarazada llega a nuestro estudio y recibe una sesión de Pilates, queda sorprendida y maravillada con la clase recibida.
Y es que al estar embarazada estás muy conectada con tu cuerpo, incluso si no lo estabas antes, en estos momentos lo sentirás al percibir tantos cambios cada día. Además, durante los ejercicios potencias la percepción de tu cuerpo para diferenciar los movimientos y sensaciones recomendables de las que no lo son. No olvides que no estás enferma, sino que estás experimentando un gran cambio en poco tiempo, por eso puedes trabajar y fortalecer tu cuerpo sin problemas, siempre que tu profesor tenga experiencia y haya una buena comunicación.
Una buena clase de Pilates es como un traje a medida hecho para ti, si estás embarazada en cada sesión necesitas un traje nuevo, exclusivo y único, porque cada semana vas cambiando… Así es como son las sesiones durante el embarazo, por eso no es posible asistir a un grupo en estos momentos. Cada embarazo es diferente al igual que las personas somos diferentes.
El mayor trabajo se realiza en los aparatos, ya hablamos sobre lo importante y beneficioso que es trabajar en los aparatos originales del método pilates, pero es especialmente necesario si estás embarazada. Los aparatos te ayudan y enseñan a hacer los ejercicios precisos y controlados. Gracias a la ayuda que te dan las correas y muelles puedes mantener la espalda en contacto con la superficie y sujetar el peso de tus piernas. De otro modo y según avanzan las semanas, sería muy difícil. El trabajo en la colchoneta se va reduciendo por semanas y aumentando el tiempo en aparatos. Aparatos como el Reformer, el Cadillac, la baby chair, la silla alta…son imprescindibles en nuestras clases.
Los ejercicios se modifican a medida que el embarazo evoluciona, utilizando distintos aparatos, ayudas y diferentes posiciones. Cada día tenemos en cuenta cómo estás, si tienes molestias, naúseas, tienes contracciones, estás cansada, has dormido mal e incluso si el bebé está ya colocado. Dependiendo de estas circunstancias se desarrolla la sesión y modifica según surgen necesidades específicas.
El objetivo es un trabajo seguro y preciso para desarrollar una buena forma física y mental. Conseguirás reforzar la espalda para no tener dolores y fortalecer el suelo pélvico para una mejor recuperación postparto. Fortalecerás además los brazos y la parte superior del tronco para mejorar la postura de cara a la lactancia y a la cantidad de veces que cogerás a tu bebé que irá creciendo y aumentando su peso.
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